Peeta: El Panadero #1 Capítulo VII La Promesa

Acabo de pedirle a Haymitch que quiero entrenar para la entrevista por separado, puede que al fin pueda hablar con él en privado y llegar a un acuerdo para ayudarla en todo lo posible. No quiero que ella finja que somos amigos, porque llegara un momento en que la farsa tendrá que terminar. Voy camino al salón con Haymitch para preparar el contenido de la entrevista.

Nos sentamos y Haymitch finge que me está entrevistando haciéndome preguntas, yo levanto la mano derecha en un gesto que quiere decir basta.

— Espera, espera un momento, antes de continuar con esto quiero aclarar algo—

— Esta bien. Soy todo oídos. —

— Tarde o temprano tendrás que elegir a uno de los dos. Todos saben a quién elegirás, ella sin duda tiene más probabilidades de sobrevivir que yo. —

—¿Qué piensas que sucederá?— responde él.

— he pensado mucho en eso y si huyo del baño de sangre moriré en el bosque, estos últimos días de entrenamiento me mantendrán solo un par de días pero no son suficientes para sobrevivir, y no soy muy bueno en eso. En cambio sí me quedo moriré un poco más rápido y con un poco de suerte sin mucho dolor. Lo mejor que puedo hacer es eliminar un poco de competencia para ella. —

— No saques conclusiones adelantadas Peeta. No puedes adivinar lo que sucederá, cualquier cosa puede pasar y tienes tantas  posibilidades de sobrevivir como cualquier otro. Cuando participe en los juegos estaba exactamente igual que tu pero sobreviví en contra de las expectativas. No te rindas sin luchar o al menos inténtalo. —

— Y no, ninguno es mi favorito, ambos me agradan. No elegiré a nadie hasta que vea vuestro desenvolvimiento en la arena. Es muy temprano para elegir. — Termina Haymitch.

— Lo único que quiero es que la elijas a ella desde ahora y me ayudes a mantenerla con vida y si es posible a vencer porque yo no pienso hacerlo si ella muere. — Digo lo más serio posible para que me tome en serio.

— ¿En serio, morirías por ella? ¿Por qué? — pregunta Haymitch.

— No te diré el ¿Cómo? o  el ¿Por qué? Pero haría cualquier cosa por ella. Cualquier cosa. —  Respondo.

— ¿Qué pasara si solo quedan ustedes dos al final? —

— Bueno, ella no lo sabe, pero desde que fuimos elegidos para los juegos he tratado de acercarme, pero fue un error, desde que dijiste que estuviéramos juntos y fingiéramos ser amigos ella lo cree; cree que quiero ganarme su confianza para asesinarla. Por eso he querido entrenar por separado para hacérselo más fácil cuando llegue el momento, y si ella no termina con migo yo lo hare. — respondo.

Haymitch se queda callado pensando en lo que he dicho y como no dice nada por un rato, soy yo quien rompe el silencio y digo: — El único plan que se me ocurre es aliarme con los profesionales y esperar el momento oportuno para actuar y tú tendrás que ayudarme. Tendrás que decirles que quiero aliarme con ellos para asesinarla.—

— Esta bien, se lo hare saber a sus mentores pero serán ellos quienes decidan si aceptan esta alianza o no, y si te dan la oportunidad en la arena tendrás que convencerlos, prácticamente todo dependerá de ti. —

— Tu solo asegúrate de que lo sepan, yo me encargare del resto. — digo.

— Tengo una idea para tu entrevista, tendrás que declarar tu amor por Katniss frente a todo Panem. —

— ¿Acaso estas borracho? o ¿tanto alcohol te ha jodido la cabeza? Nunca haría algo así. —

— Escúchame Peeta, esto la ayudara más de lo que piensas, la convertirá en alguien deseable, en alguien amada y le dará a los juegos un poco más de entretenimiento, que después de todo es lo que importa. Los trágicos amantes. Además enfocaras más patrocinadores hacia ella. Piénsalo. — 

— Esta bien, lo hare. Solo necesito una cosa más, prométeme que aras todo lo que este en tu mano para que ella sobreviva, mantenla con vida cuando yo no pueda, convence a los patrocinadores de ayudarla a ella y no a mí, aunque suponga mi muerte. ¡Prométemelo!. —

— Lo prometo. Aunque no lo creas y no suponga ninguna diferencia quiero que sepas que te entiendo. ¿Ahora quieres un trago?.

— En la cena, recuerda que tienes que estar sobrio para ayudar a Katniss. —

— Espera, cuando estén en la arena asegúrate de que Katniss no corra hacia la cornucopia, todos hay querrán matarla de inmediato. —

— Gracias. — Le digo y salgo del salón.

.

.

.

— Buena suerte amigo mío. —

— No olvides tu promesa. —

Anterior: Capítulo VI