Peeta: El Panadero #1 Capítulo IV Última parada

Me despierto muy temprano y no puedo volver a dormir porque cada vez que cierro los ojos veo un bosque lleno de cuerpos sin vida, mis hermanos, mis padres, mis amigos, todos ellos están ahí y yo solo ruego no ver el rostro de ella. Me pongo lo primero que encuentro y salgo del compartimiento lo más rápido que puedo, como si al alejarme de la habitación alejaría también las imágenes de la pesadilla que acaba de despertarme.

Vago por los pasillos sin prestar atención por nada en específico, más para mantenerme ocupado que para explorar. Encuentro a Haymitch caminando por los pasillos rumbo al vagón Comedor, le pregunto que si recuerda algo del día anterior y el niega con la cabeza, así que cuando hemos llegado al comedor ya le he contado toda la historia. Nos sentamos e inmediatamente empiezan a ponernos comida justo delante de nosotros, Haymitch piensa en lo que le he dicho mientras me pasa una taza humeante de un líquido marrón que se ve cremoso, dice que es chocolate y luego dice que esta mañana ha despertado sintiendo como si alguien hubiera abusado de él. Yo solo puedo reír mientras me pregunta que si Effie también ayudo a llevarlo hasta su compartimento y que si le dio un beso de buenas noches.

Una vez cuando era muy pequeño recuerdo haber probado aquella cosa tan maravillosa llamada chocolate que me dio mi padre, y otras veces lo he probado mientras lo utilizo para el glaseado de pasteles, pero siempre mi madre está mirando por encima de mi hombro y no puedo disfrutarlo.
Mientras tomo traguitos de chocolate y mordisqueo un pan llegan Effie y Katniss.

— ¡Siéntate! ¡Siéntate! — exclama Haymitch, haciéndole señas a Katniss con la mano.

Katniss se sienta y empieza a observar detenidamente la comida que le ponen delante, se detiene observando una taza de chocolate. — Lo llaman chocolate. Esta bueno — le digo para que se anime a probarlo. Sigo metiendo trozos de pan en el chocolate mientras observo como ella se acaba su taza y empieza a comer el resto de la comida.

Haymitch no ha probado bocado de la comida y está bebiendo un vaso de sumo rojo que mezcla con un líquido blanco de una botella y estoy seguro que es alcohol. Trato de pensar en una forma de decirle que pare de beber y me ayude a mantener viva a Katniss en la arena y como si me hubiera leído los pensamientos (espero que no) ella dice:

— Entonces, ¿se supone que nos vas a aconsejar? —

— ¿Quieres un consejo? Sigue viva — Responde y se echa a reír.

Me siento tan enojado que quiero golpearlo hasta que no pueda más.

— Muy gracioso — le digo mientras me levanto y le doy un fuerte golpe al vaso que tiene en la mano que sale disparado hacia una esquina del vagón donde se hace pedazos. — Pero no para nosotros — termino.

Haymitch tarda un momento en procesarlo todo y me sorprende dándome un puñetazo en la mandíbula que me manda al suelo, siento un fuerte dolor pero podría decir que casi golpea como mi madre. Mientras me levanto Haymitch trata de alcanzar la botella de alcohol pero Katniss clava un cuchillo en la mesa cerca de su mano, me preparo para abalanzarme sobre el antes de que trate de golpear a Katniss pero se queda hay mirándonos.

— Bueno, ¿Qué tenemos aquí? ¿De verdad me han tocado un par de luchadores este año? — Pregunta.

Me acerco a la bandeja que tiene fruta y hielo para conservarla y tomo un puñado para colocarlo en mi mandíbula.

— No. Deja que salga el moratón. La audiencia pensara que te has peleado con otro tributo antes incluso de llegar al estadio — me dice Haymitch y por un momento no quiero hacer lo que me dice pero decido hacerle caso hasta que pueda hablar con él a solas.

— Va contra las reglas — le digo recordándolo.

— Solo si te pillan. Ese moratón dirá que has luchado y no te han cogido; mucho mejor. — Responde y luego se gira hacia Katniss — ¿Puedes hacer algo con ese cuchillo, aparte de clavarlo en la mesa? —

Katniss agarra el cuchillo que esta clavado en la mesa y lo lanza hacia la pared, se clava casi completamente en las tablas. Es mejor de lo que pensaba.

— Venid aquí los dos — nos pide Haymitch, señalando con la cabeza el centro de la habitación. Obedecemos y el da vueltas a nuestro alrededor observándonos como si fuéramos dos especímenes de laboratorio o una nueva especie.

— Bueno, no está todo perdido. Parecéis en forma y cuando os cojan los estilistas, seréis bastante  atractivos. — dice Haymitch y nosotros permanecemos callados, porque queremos obtener patrocinadores o al menos yo quiero que ella tenga al menos uno. — Vale, haré un trato con vosotros: si no interferís con mi bebida, prometo estar lo suficientemente sobrio para ayudaros, siempre que hagáis todo lo que os diga. — No es un buen trato pero es más de lo que tenía antes y este funciona por el momento, así que digo: —Vale—

— Pues ayúdanos. Cuando lleguemos al estadio, ¿Cuál es la mejor estrategia en la Cornucopia para alguien…? — dice Katniss pero Haymitch la interrumpe diciendo:

— Cada cosa a su tiempo. Dentro de unos minutos llegaremos a la estación y estaréis en manos de los estilistas. No os va a gustar lo que os hagan, pero, sea lo que sea, no os resistáis. —

— Pero… — protesta ella.

— No hay peros que valgan, no os resistáis — dice Haymitch. Toma la botella y sale del compartimento.

El vagón queda a oscuras y supongo que es porque estamos en un túnel. Nos quedamos hay en silencio mientras el tren avanza por el túnel que parece interminable. Katniss parece un poco asustada por la oscuridad, o tal vez sea por el hecho de que estamos bajo tierra y me meto las manos en el bolsillo para no tratar de tomarla de la mano.

Por fin la luz empieza a inundar el vagón y el tren comienza a frenar poco a poco. Tengo mucha curiosidad por ver el Capitolio con mis propios ojos, así que salgo corriendo hacia la ventana más cercana y Katniss hace lo mismo. Hay edificios relucientes por todas partes que proyectan arcoíris de colores, brillantes coches, calles totalmente pavimentadas y personas de aspecto saludable. Todos los colores se ven muy intensos y artificiales, todos se visten como Effie, muy exagerados y extravagantes.

Algunas personas nos señalan al vernos y empiezan a saludarnos, Katniss se aparta de la ventana inmediatamente pero yo permanezco hay y les devuelvo el saludo con una sonrisa. No puedo evitarlo, aunque se que ellos quieren verme luchar hasta la muerte, me parecen muy amables solo por el momento. El tren entra en la estación y me tapa la visión de los espectadores, Katniss me está mirando así que me encojo de hombros y digo: — ¿Quién sabe? Puede que uno de ellos sea rico. — Estoy casi seguro que ella pensara que estoy dispuesto a luchar para vencer, y así le resultara más fácil si tiene que matarme.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Peeta: El Panadero #1 Capítulo VII La Promesa

Peeta: El Panadero #1 Capítulo VI

Peeta: El Panadero #1 Capítulo V El Beso